¿Cómo se ve una cara confiable?
La confiabilidad, junto con el dominio, es uno de los dos juicios más fundamentales que hacemos sobre una cara en el instante después de verla por primera vez.
Es tan importante que nuestro inconsciente pueda procesar la confiabilidad de una cara en una pequeña fracción de segundo, incluso sin que nuestra mente consciente sea consciente de ver la cara.
Un nuevo estudio que demuestra esto, publicado en el Journal ofNeuroscience, sugiere que nuestra percepción inconsciente de los rostros es más poderosa de lo que se pensaba.
(Freeman et al., 2014)
Caras dignas de confianza
Dos señales típicas de rostros confiables son los pómulos prominentes y las cejas internas más altas, y el reverso se considera automáticamente no confiable.
Los investigadores utilizaron caras reales y generadas artificialmente con características necesarias como estímulos en su experimento.
A las personas se les mostraron las caras durante solo 33 milisegundos: eso es un tercio del tiempo que se tarda incluso en el parpadeo más rápido.
Luego, solo para asegurarse de que la cara no alcanzara la conciencia, inmediatamente se les mostró otra cara durante un tercio de segundo, en comparación, la mitad de una edad de hielo.
Esto impide que el cerebro procese conscientemente la primera cara.
A pesar de estos esfuerzos para dificultar la percepción de los rostros, las imágenes cerebrales revelaron que la amígdala, una estructura importante en el juicio social de los rostros, mostró actividad que sugería que estaba rastreando su relativa confiabilidad.
Jonathan Freeman, quien dirigió el estudio, explicó los resultados:
Nuestros hallazgos sugieren que el cerebro responde automáticamente a la confiabilidad de una cara incluso antes de que sea percibida conscientemente.
Los resultados son consistentes con un extenso cuerpo de investigación que sugiere que formamos juicios espontáneos de otras personas que pueden estar en gran medida fuera de la conciencia.
Estos hallazgos proporcionan evidencia de que el procesamiento de señales sociales de la amígdala en ausencia de conocimiento puede ser más extenso de lo que se entendía previamente.